La Ilustración
La Ilustración fue un movimiento cultural dado durante el siglo XVIII en Europa, principalmente en Francia e Inglaterra. También se la conoce como Siglo de las Luces.
Con respecto a su origen, la Ilustración fue una consecuencia de la recuperación de la lógica Aristotélica por Tomás de Aquino en el siglo XIII. Santo Tomás había usado los procedimientos lógicos delineados por Aristóteles, filósofo de la Grecia Antigua, para defender los dogmas del Cristianismo. Durante los dos siglos siguientes, otros pensadores, conocidos como los escolásticos, persiguieron el objetivo de fundamentar varios aspectos de la fe en la lógica.
Con el tiempo ciertos intelectuales decidieron aplicar la lógica a temas que no pertenecían a la Teología. Como disciplina que estudia el razonamiento, la lógica había sido creada en la Antigua Grecia, que era una sociedad pagana. En efecto, pronto sería usada en contra de las creencias religiosas.
Como movimiento histórico, el Siglo de las Luces tiene la particularidad de haberse dado nombre a sí mismo. Si bien en español se conoce a este período como la Ilustración, en inglés se lo denomina 'Enlightenment' y en Francés 'Siècle des Lumières', cuyas traducciones son 'Iluminación' y 'Siglo de las Luces' respectivamente. Se le dio estos nombres porque algunos pensadores y escritores, principalmente en Londres y París, creyeron estar más iluminados que sus compatriotas y se propusieron iluminarlos. Sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición, la tiranía, y construir un mundo mejor. Sus principales enemigos eran la religión, representada en Francia por la Iglesia Católica, y la dominación de la sociedad por una aristocracia hereditaria.
Este movimiento cultural tuvo consecuencias importantes en la historia. Los firmantes de la Declaración de Independencia Estadounidense estaban motivados por principios de la Ilustración. También lo estaban quienes aprobaron la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Francia, un documento precursor del reconocimiento de los derechos humanos a nivel internacional. De hecho, las ideas de la Ilustración contribuyeron a la revolución Francesa en 1789.
Con la Ilustración, los pensadores y escritores eran libres para perseguir la verdad de cualquier forma, aún si esta persecución contradecía las ideas establecidas.